miércoles, 26 de febrero de 2014

Iglesias pentecostales y carismáticas de EE.UU. estarían tras ley antihomosexual en Uganda.

Predicador evangélico en las calles de Kampala, capital de Uganda.
Uganda se convirtió en la tierra prometida de cientos de pastores evangélicos llegados de EE.UU., que promueven, en medio del éxtasis religioso, la persecución a los homosexuales.


El presidente de Uganda aprobó una ley que profundiza la persecución contra los homosexuales. El 96% de la población respaldaría esta decisión. / AFP

Cada mañana, millones de ugandeses sintonizan sus televisores en cualquiera de los canales que transmiten prédicas de sectas evangélicas, grupos que comenzaron a llegar al país hace casi una década y que hoy se han extendido por todo el país. El 75% de la programación de la televisión ugandesa corresponde a telepredicadores, personajes altamente populares, respetados e influyentes en un país donde la Iglesia tiene gran influencia: el 90% de su población es cristiana y anglicana.

Uganda se convirtió en la tierra prometida para cientos de pastores evangélicos que llegan desde Wisconsin, Indiana y Ohio (EE.UU.) con una misión divina: reclutar pecadores para bautizarlos como “cristianos renacidos”. Janet Museveni, esposa del presidente de Uganda, Yoweri Museveni, es una famosa miembro del movimiento New Born. De hecho, ha sido ella quien ha promovido shows religiosos con la presencia de los más famosos predicadores, quienes semanalmente llegan al país acompañados por cientos de jóvenes que realizan la tarea de “pescadores de almas” en todo el territorio. Uno de los más famosos es Lou Engle, fundador del movimiento La Llamada, que cuenta con millones de seguidores en todo el mundo y que, entre otras cosas, promueve el odio a los gays y la xenofobia.

De cinco a siete años de cárcel tendrán las personas gays y lesbianas
así como quienes hagan activismo por los derechos de esta comunidad.
Según dice Engle en sus multitudinarias intervenciones, “la homosexualidad es un espíritu de anarquía que debería ser criminalizado”. Engle es conocido por organizar congresos masivos de oración desde el año 2000 y es un importante miembro de un movimiento cristiano radical llamado la Nueva Reforma Apostólica, que busca “unir a los protestantes, vencer a los demonios y evangelizar el planeta”. Recientemente emitió un comunicado diciendo que “no apoya la pena de muerte para los homosexuales”; sin embargo, según reportó The New York Times, cuando habló en su último mitin en la capital ugandesa, alabó la valentía del país en la promoción del proyecto de ley “antigay” y felicitó al presidente Museveni por su sabiduría.

El mandatario, un cristiano evangélico de línea dura, llegó al poder a través de un golpe militar en 1986. En sus 28 años de gobierno, Uganda no ha logrado superar los altos niveles de pobreza, el difícil acceso a servicios básicos ni los bajos niveles de educación, como tampoco ha reducido la expansión del sida. Pero acaba de aprobar una polémica ley contra los homosexuales. Museveni firmó la llamada Ley Antihomosexuales, que penaliza con “cadena perpetua las relaciones homosexuales, prohíbe toda propaganda de la homosexualidad y hace obligatoria la denuncia de cualquiera que se diga homosexual”.

Jon Wambere, reconocido activista por los derechos gays, es contundente al afirmar que detrás del odio hacia los gays que vive Uganda están los predicadores. Dice que la ley antigay, aprobada en diciembre por el Parlamento y firmada por el presidente este lunes, fue impulsada por las iglesias cristianas y evangélicas.

Evangélicos, carismáticos y pentecostales aplauden la ley antigay. La consideran acorde a la Biblia.
Sus palabras están respaldadas por las populares teleprédicas. Scott Lively, autor de un libro titulado La esvástica rosa, dice en su programa diario que “los homosexuales tienen una agenda oculta para reclutar niños ugandeses en las escuelas”, los acusa de ser “perniciosos” y dice que “son el movimiento más peligroso que pueda existir”. También los acusa de ser los fundadores del nazismo. Miles de ugandeses lo siguen a ciegas.

Martin Ssempa, otro pastor radical, quien basa sus intervenciones en la interpretación errada y radical del Antiguo Testamento, recluta a millones de jóvenes y los vincula a su cruzada antigay en los centros educativos. De hecho, abrió su iglesia dentro de la Universidad de Makerere, la más grande de Kampala, y desde allí transmite su programa, en el que dice cosas como: “Se dicen todo tipo de mentiras sobre mí. Que si predico para matar homosexuales, que si llevo pistola, que si corto cuellos, que soy supermalo y muy peligroso. Lo único que quiero es que se sepa que la homosexualidad es un crimen, una abominación, un estigma”.

"La homosexualidad es demoniaca" se puede leer en este
cartel de un manifestante cristiano.
Un video de Ssempa, grabado durante una conferencia que dictó sobre “la maldad de ser gay”, ha alcanzado casi diez millones de visitas en internet. Toda una estrella, pues sus programas son los más vistos en Uganda.

La otra gran celebridad de este país africano se llama Salomon Male, un pastor evangélico que asegura: “Dios está en contra de la homosexualidad y lucharé para no permitirla. Estamos a tiempo y todavía se puede cambiar. Ese es el deseo de Dios”. Este predicador, líder de la Coalición Nacional contra la Homosexualidad, incluso se promociona como “salvador de homosexuales”. Dice que los cura, luego de cobrar una buena suma de dinero, claro. “La homosexualidad se puede curar porque es como una adicción. Con oración, consejos y fuerza de voluntad los he salvado”, asegura en las entrevistas.

Male ha sido acusado por activistas de derechos humanos por su discurso incendiario que seduce a millones de ugandeses. Sobre su odio a los homosexuales, el predicador dice que está respaldado por evidencias científicas. Quizás las mismas en las que se basó el presidente Museveni para aprobar la polémica ley. Richard Tushemereirwe, asesor científico del mandatario, fue quien presentó el informe que, según éste, lo convenció de firmar la ley. “La homosexualidad tiene consecuencias serias para la salud pública y, por lo tanto, no debe ser tolerada”, recomienda el científico.

Tan solo pasó un día para que se empezarán a exponer en los diarios
los casos de personas homosexuales para que sean encarceladas.
“La homosexualidad es inaceptable. Queremos frenar su expansión, el contagio de nuestros niños, sus fuentes de financiación, no es una enfermedad y por lo tanto es un factor corregible”, dijo el mandatario al firmar la ley. Su popularidad se ha disparado desde entonces, pues según encuestas, el 96% de los ugandeses considera la homosexualidad “inaceptable” y no está dispuesto a perdonar a quien caiga en esta “abominación”.

Un estudio del think tank estadounidense Pew Research Center analizó la relación entre religión y la aceptación de la homosexualidad en el mundo. La conclusión fue que donde la religión no tenía presencia en la vida de la gente, la homosexualidad contaba con mayor aceptación.

“Teniendo en cuenta que la educación es la principal fuente de la homosexualidad, la sociedad puede hacer algo para frenar las tendencias. Es por ello que acepté promulgar la ley”, concluyó Museveni, quien luego arremetió contra el sexo oral, diciendo que esta costumbre es estimulada por el mundo occidental. “La boca sirve para comer, no está hecha para el sexo”.

¿Y usted qué opina?

Llamarada solar en varias longitudes de onda de luz

Esta preciosa imagen nos muestra los primeros momentos de una llamarada solar, esta vez, en diversas longitudes de onda de luz. Esta emisión solar ocurrió el lunes 24 de febrero, y el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA (SDO), que mantiene una vigilancia constante sobre el sol, capturó las imágenes del evento. En las fotos podemos ver material solar caliente flotando por encima de la corona, región activa en la atmósfera del Sol.

Las llamaradas solares son explosiones radioactivas de gran alcance que parecen resplandores gigantes de luz. Las radiaciones nocivas de una llamarada no pueden atravesar la atmósfera terrestre ni afectar físicamente a los seres humanos
, sin embargo, cuando son lo suficientemente intensas, pueden perturbar el ambiente de la capa donde viajan las señales de GPS y de comunicaciones. 



Crédito de la imagen: NASA / SDO

Para programadores...

... Y otras mentes similarmente curiosas :)

¡Buenas noches!


martes, 25 de febrero de 2014

Cómo una nueva idea cambia tus neuronas


Investigadores canadienses descubrieron que la modificación de una proteína conocida como delta-catenina, no sólo ayuda en la formación y aprendizaje de nuevas ideas, sino que permite que las recordemos


Por Glenys Álvarez

En una entrevista reciente, el neurocientífico Michael Graziano decía en la revista Órbitas Científicas que era indiscutible la naturaleza biológica del cerebro. El profesor de la Universidad de Princeton y autor de varias novelas y libros infantiles, proponía la posibilidad de que en un futuro fuera posible 'subir' nuestros cerebros a una computadora y que pudiera funcionar desde allí. Sus ideas, aunque suenen a veces imposiblemente asombrosas, parecen buenas alternativas luego de que Graziano las explica; eliminando la biología en este proceso y concentrándose en una grabación de la información. Sin embargo, ¿es posible descartar la biología aún cuando sólo se necesita la información? Porque, decididamente, el cerebro es un procesador de datos completamente biológico. 

Este nuevo estudio, elaborado en la Universidad de Columbia Británica (UBC) en Canadá, nos muestra claramente otro de los pasos biológicos que produce el cerebro cuando forma una nueva idea y no sólo en su aprendizaje sino también en cómo la memorizamos. ¿No es eso fabuloso?

Es sumamente importante comprender la bioquímica del cerebro. Muchas cosas pasan entre portales iónicos y químicos navegando entre neuronas, mielina y todo lo que compone la máquina biológica dentro del cráneo. Precisamente, este cóctel biológico permite que pensemos, aprendamos y recordemos pero también su buen desempeño nos mantiene saludables. Cuando alguna parte se daña puede causar enfermedades tan terribles como el Alzheimer. De hecho, los investigadores, aunque enfatizan en la necesidad de más estudios para confirmar sus descubrimientos, están de acuerdo en que experimentos de este tipo ayudarán a descubrir formas para erradicar enfermedades neurológicas.

La protagonista ahora es una proteína conocida como delta-catenina que recibe una nutritiva visita cada vez que aprendemos algo. Resulta que cuando nos llega esa hermosa y fresca idea a nuestros cerebros, las neuronas son estimuladas por un pequeño ácido graso que se adjunta a la ya mencionada proteína en el cerebro. Esta modificación bioquímica es esencial en la producción de cambios en la conectividad de las células cerebrales asociadas con el aprendizaje, escriben los investigadores en el diario Nature Neuroscience, donde fueron publicados los resultados.

Shernaz Bamji y Stefano Brigidi son los dos autores principales del experimento. Los científicos usaron animales y encontraron que justo luego de haber aprendido algo, la cantidad de proteína delta-catenina aumentaba el doble en sus cerebros. Precisamente, en otros estudios esta proteína ya había sido vinculada al aprendizaje, sin embargo, ahora no sólo lo confirman sino que describen, por primera vez, su participación en el mecanismo molecular que produce la formación de un recuerdo. 

“Se necesitan más trabajos, pero este descubrimiento nos da una mejor comprensión de las herramientas que nuestro cerebro utiliza para aprender y recordar, y da una idea de cómo estos procesos están alterados en las enfermedades neurológicas”, dice la coautora Bamji, profesora en el Instituto de Ciencias de la Vida de la UBC.

Otro dato interesante tiene que ver con ciertas raras enfermedades neurológicas. Los investigadores mencionan la discapacidad mental de personas que nacen sin el gen que produce la proteína delta-catenina, como el síndrome de grave retraso mental llamado Cri-du-chat, un extraño trastorno genético llamado así porque los niños afectados producen un llanto agudo similar a un gato. Más aún, la interrupción de este gen también se ha observado en algunos pacientes con esquizofrenia.

“La actividad del cerebro puede cambiar tanto la estructura de esta proteína como su función”, dice Brigidi, primer autor. “Cuando presentamos una mutación que bloquea la modificación bioquímica que se produce en los sujetos sanos, suprimimos los cambios estructurales en las células del cerebro que se sabe que son importantes para la formación de la memoria”.

Imposible no pensar en ese mecanismo biológico que hace que una molécula, active a un gen para que produzca una proteína que es luego modificada con la adición de un pequeño ácido graso, permitiendo así que aprendas con tu nueva idea y que luego la recuerdes bien. Tan interesante saber que un pensamiento es un proceso químico en tu cabeza.

lunes, 24 de febrero de 2014

Cuando la religión hace pacto con la política

Un estado democrático y plural debe ser laico, entendiendo laicismo como la doctrina que pide la separación de estado e iglesias (o mezquitas y sinagogas), de manera que las actuaciones estatales se hagan en términos del derecho y no de los intereses o doctrinas religiosas.

Infortunadamente, en diferentes países esto se viola. los siguientes vídeos muestra la relación poco garantista de derechos entre la investidura pública y la clerical.

Estado e Iglesias. Parte 1



Estado e Iglesias. Parte 4


¿Y usted qué opina?

sábado, 22 de febrero de 2014

Shogún no sabe de ciencia - Lectura para el inicio de clases de Ciencias

Era una mañana calurosa de sábado y Jairo escuchaba la radio mientras los locutores hablaban de varios temas. En un momento le dieron la palabra a un señor que se hacía llamar Maestro Shogún, a quien los locutores consideraban un sabio espiritual.

- “En esta época el mundo está mal gracias a la ciencia”. Afirmó Shogún, después de saludar amablemente a los radioescuchas.

- “Miren lo que ha traído: la bomba atómica que mató a cientos de inocentes en Japón, la contaminación del aire y de las aguas por las industrias, que está matando a miles. Debemos volver a lo natural”. Continuó Shogún.

Jairo se quedó pensando lo que el “maestro” Shogún decía. ¿Y si fuera cierto? ¿Es tan mala la ciencia? ¿Se debe a esta los problemas de cambio climático de la actualidad? ¿Estaríamos mejor sin ciencia?

Los pensamientos de Jairo fueron interrumpidos por Chogún, quien para finalizar su presentación invitaba a los oyentes a asistir a su consultorio para ser sanados usando unos cuarzos. Luego Chogún se despidió y llegó una tanda de música.

Luego, en el supermercado, Jairo se encontró a alguien que no veía hace años. Era su maestra de química. No la veía desde hace unos cinco años cuando él estuvo en grado 11. Marta no solo le había enseñado química, también algunos cursos de biología le fueron impartidos por la amable señora.

- Hola profe, ¿se acuerda de mi? Dijo Jairo, mientras se acercaba a Marta por detrás.

Marta dejo de ver la estantería y volteo.

- ¿Jairo?, dijo Marta, mientras intentaba recordar.

Después de hablar sobre lo que Jairo había hecho desde que se graduó, y demás chismes, Jairo se acordó de lo que había escuchado en la radio. Una vez agotados los otros temas Jairo dijo:

- Profe, ¿Ha escuchado en la radio al maestro Shogún? Es muy famoso. Con frecuencia sale en la radio promocionando cartas astrales y curas con cuarzos.

- Lo escuche una vez pero no me pareció interesante. Afirmó Marta.

- Pues en su segmento de hoy afirmó que estaríamos mejor sin la ciencia, y que esta es la causante de la contaminación, el cambio climático, y de la bomba atómica.

- La maestra escuchó atentamente a Jairo y luego respondió: La ciencia es una herramienta. Y una herramienta muy poderosa. Es igual que un martillo, que puede ser usado para una tarea útil en el hogar o en un taller, o para atacar a alguien. Lo malo no está en la herramienta sino en el uso que se le de. Esto es lo que ha pasado con el desarrollo de armas, como la bomba atómica. Y lo de la contaminación, continuó Marta, es consecuencia de nuestros actos. Es precisamente la ciencia quien nos está advirtiendo de nuestro impacto sobre el planeta.

- Pero eso de que estaríamos mejor sin la ciencia –continuó la maestra- es un disparate. Imagina por un momento que desapareciera todo nuestro conocimiento sobre la electricidad, el cuerpo humano, los microorganismos, las células cancerosas, el magnetismo, etc. ¿Cómo crees que estaríamos? Ahora imagina que desaparecieran también los logros de la tecnología: la telefonía celular, los computadores, la internet, los aviones, las vacunas, radiografías, antibióticos, los fertilizantes para los cultivos, y la refrigeración. ¿Cómo crees que estaría la sociedad? Piensa en ello –sugirió Marta- y tendrás la respuesta.

Ya en su casa, Jairo, quien contaba con algo de tiempo libre, decidió hacerle caso a su ex profesora. Pensaría un poco más sobre cómo estaría la sociedad sin la ciencia.

“Siempre es bueno analizar las cosas con cabeza fría, y no creerse todo lo que sale en los medios de comunicación.” Pensó Jairo para sus adentros.

Jairo decidió consultar en la internet. Por ejemplo, en tiempos de Cristóbal Colón el viaje desde la península ibérica hasta América le tomó 71 días. Además que ese par de meses de travesía fueron muy arduos y penosos para los navegantes. Hoy en día, el viaje no toma más de 9 horas en un avión jumbo, y claro está que es mucho más cómodo.

Y ni que decir de las comunicaciones. Hoy en día se puede tener una vídeo conferencia en tiempo real, sin importar que las dos personas estén, cada una, en lados opuestos del globo terráqueo. Audio y video en tiempo real. “Shogún si es idiota” –pensó Jairo- “¿Cómo se comunica él con sus potenciales clientes, si no es haciendo uso de la radio y su página de internet? ¿Por qué no usa entonces su bola de cristal, para comunicarse con la gente para que sea acorde con su idea de que estaríamos mejor sin ciencia?”

Jairo también recordó que en su carné de vacunación aparecía el registro de las vacunas que había recibido: BCG, polio, DTP, trivalente viral, entre otras. Por ejemplo la vacuna contra la poliomielitis le salvó de una enfermedad muy grave. 

La poliomielitis es una enfermedad causada por un virus que inflama las neuronas motoras de la médula espinal y el cerebro. Muchos de los enfermos terminaban paralíticos, con sus piernas totalmente inutilizadas. Los casos de personas lisiadas a causa de la polio eran comunes en el pasado. Incluso los antiguos egipcios dejaron dibujos de personas lisiadas por la poliomielitis. Pero desde que existe la vacunación muchas personas se han salvado. Desde el año de 1954 se empezó a aplicar una vacuna segura, y muchísimas personas están a salvo. 

Otra terrible enfermedad que fue erradicada gracias a la vacunación fue la viruela. Esta enfermedad, también causada por un virus, generaba en muchos casos desfiguración del rostro a causa de los abultamientos en la cara y el cuerpo. 

En el pasado muchas poblaciones eran arrasadas por la enfermedad. La tasa de mortalidad llegó a ser hasta del 30%, es decir 30 de cada 100 infectados morían inevitablemente. 

¿Podría el maestro Shogún curar o prevenir la viruela con sus cuarzos? ¡De seguro que no! En el pasado también muchos egipcios e hindúes recurrieron a rezos a sus dioses, y otras supersticiones, suplicando sanación, pero el virus siguió vivo. Sólo hasta que al vacunarse a toda la población en la segunda mitad del siglo XX se pudo acabar con la enfermedad. ¿Te dice esto algo sobre la importancia de la ciencia?

Muchas personas que en tiempos de Colón tendrían una muerte segura hoy pueden vivir gracias a los antibióticos, que matan a letales bacterias; o gracias a trasplantes de órganos como el corazón, páncreas, riñones, entre otros. Incluso la ciencia médica ha podido operar a niños recién nacidos y bebes en el útero materno.

Ya terminando su búsqueda Jairo se encontró con una frase del astrónomo Carl Sagan, quien escribió muchos libros para que la gente comprenda la ciencia y piense críticamente. La frase de Sagan decía:


“No hay ninguna especie en la Tierra que haga ciencia, Hasta ahora es una invención totalmente humana, que evolucionó por selección natural en la corteza cerebral por una sola razón: Porque funcionaba... No es perfecta. Puede abusarse de ella. Es sólo una herramienta, pero es con mucho la mejor herramienta de que disponemos, que se autocorrige, que sigue funcionando, que se aplica a todo. Tiene dos reglas. Primera: No hay verdades sagradas; todas las suposiciones se han de examinar críticamente; los argumentos de autoridad carecen de valor. Segunda: Hay que descartar o revisar todo lo que no cuadre con los hechos.”


Jairo se quedó pensando: La ciencia es una herramienta muy útil” –dijo- Lástima que muchas personas no la entienden, y peor aún, que otras la consideran nociva. Lo que es nocivo -continuó Jairo- es que las personas confíen su salud y su dinero a personas como el maestro Shogún, que se valen de la ingenuidad, y las necesidades de la gente. Ojalá más personas se interesaran por aprender las ciencias naturales.

Material creado con fines educativos en la apertura de la clase de Ciencias Naturales y educación ambiental del Colegio Instituto Técnico Laureano Gómez, por Ferney Yesyd Rodríguez Vargas.

No se permite su reproducción con fines comerciales.

lunes, 17 de febrero de 2014

Recordando a Giordano Bruno en el aniversario de su ejecución
















Un 17 de febrero de 1600 la Iglesia Católica quemó vivo al filósofo librepensador Giordano Bruno. Bruno que no creía en un centro del Universo no solo adhirió al heliocentrismo sino que además creía que las estrellas eran solos que tenían planetas propios y que estaban habitados. La Iglesia se escandalizó, no solo por ello, sino por su ataque al clero. A diferencia de muchos herejes Bruno nunca abjuró. Por el contrario, Giordano Bruno dedicó a los ensotanados verdugos el poema que aquí se reproduce.

Decid, ¿cuál es mi crimen? ¿lo sospecháis siquiera?
Y me acusáis, ¡sabiendo que nunca delinquí!

Quemadme, que mañana, donde encendáis la hoguera,
Levantará la historia una estatua para mí.
Yo sé que me condena vuestra demencia suma,

¿Por qué?…Porque las luces busqué de la verdad,

No en vuestra falsa ciencia que el pensamiento abruma
Con dogmas y con mitos robados a otra edad,
Sino en el libro eterno del Universo mundo,
que encierra entre sus folios de inmensa duración;
los gérmenes benditos de un porvenir fecundo,
basado en la justicia, fundado en la razón.
Y bien, sabéis que el hombre, si busca en su conciencia,
la causa de las causas, el último por qué
ha de trocar muy pronto, la Biblia por la ciencia,
los templos por la escuela, la razón por la fé.
Yo sé que esto os asusta, como os asusta todo
todo lo grande , y quisierais poderme desmentir.


Más aún, vuestras conciencias, hundidas en el lodo
de un servilismo que hace de lástima gemir…
Aún allá, en el fondo, bien saben que la idea,
es intangible, eterna,divina, inmaterial…
Que no es ella el Dios y la religión vuestra
Sino la que forma con sus cambios, la historia universal.
Que es ella la que saca la vida del osario
la que convierte al hombre, de polvo, en creador,
la que escribió con sangre la escena del calvario,
después de haber escrito con luz, la de Tabor.
Mas sois siempre los mismos, los viejos fariseos,
Los que oran y se postran donde los puedan ver,
fingiendo fé, sois falsos llamando a Dios, ateos
¡chacales que un cadáver buscáis para roer!…
¿Cúal es vuestra doctrina? Tejido de patrañas,
vuestra ortodoxia, embuste;vuestro patriarca, un rey;
leyenda vuestra historia, fantástica y extraña.
Vuestra razón la fuerza; y el oro vuestra ley.
Tenéis todos los vicios que antaño los gentiles
Tenéis la bacanales, su pérfida maldad;
como ellos sois farsantes, hipócritas y viles
Queréis, como quisieron, matar a la verdad;
Mas…¡Vano vuestro empeño!…Si en esto vence alguno;
soy yo porque la historia dirá en lo porvenir;
“Respeto a los que mueren como muriera Bruno”
Y en cambio vuestros nombres…¿Quién los podrá decir?

¡Ah!…Prefiero mil veces mi muerte a vuestra suerte;
Morir como yo muero…no es una muerte ¡no!
Morir así es la vida; vuestro vivir, la muerte
Por eso habrá quien triunfe, y no es Roma ¡ Soy Yo!
Decid a vuestro Papa, vuestro señor y dueño,
Decidle que a la muerte me entrego como un sueño,
porque es la muerte un sueño, que nos conduce a Dios…
Más no a ese Dios siniestro, con vicios y pasiones
que al hombre da la vida y al par su maldición,
Sino a ese Dios-Idea, que en mil evoluciones
da a la materia forma, y vida a la creación.
No al Dios de las batallas, sí al Dios del pensamiento,
al Dios de la conciencia, al Dios que vive en mí,
Al Dios que anima el fuego, la luz, la tierra, el viento,
Al Dios de las bondades, no al Dios de ira sin fin.
Decidle que diez años, con fiebre, con delirio,
Con hambre, no pudieron mi voluntad quebrar,
Que niegue Pedro al Maestro Jesús, que a mí ante el martirio,
de la verdad que sepa , no me haréis apostatar.
¡Mas basta!…¡Yo os aguardo! Dad fin a vuestra obra,
¡Cobardes! ¿Qué os detiene?…¿Teméis al porvenir?
¡Ah!…Tembláis…Es porque os falta la fé que a mí me sobra…
Miradme…Yo no tiemblo…¡Y soy quien va a morir!…

Comparto este vídeo de los últimos días de Giordano Bruno:


Un par de pastores muy particulares

Daniel Lesego y Jamie Coots pasarán a la historia como un par de pastores cristianos que han puesto en evidencia lo ridículo que es la fe religiosa. 

Lesego, un pastor pentecostal de la ciudad de Garakuwa, Sudáfrica, a generado una lluvia de críticas tras pedir a sus feligreses que coman hierba, para poder estar "más cerca de Dios". 

Tras muchas críticas, los hermanos de dicha congregación han salido a defender a su pastor diciendo haber recibido "milagros" en sus vidas y de tratase de un caso que pone a prueba o que fortalece su fe.

Según el periodico Daily Mail, el pastor Lesego enseña que los seres humanos pueden comer cualquier cosa para alimentar sus cuerpos. ‘Sí, podemos comer hierba y estamos orgullosos de ello, ya que demuestra que nada nos puede suceder cuando en nosotros está el poder de Dios”, afirmó Rosemary Phetha, quien afirma haber sido curada y asiste a "Ministerios Rabbonni".

El diario no nos cuenta si Lesego también ha salido a comer pasto, como le pidió a sus feligreses, pero si se sabe que muchas personas han terminado con fuertes malestares estomacales. Probablemente ellos los explicarán como una consecuencia de no tener la fe suficiente y no con que sus sistemas digestivos no sean óptimos con esta dieta.

He aquí el vídeo con la noticia del pastor Lesego.



Por otra parte, el pastor Jamie Coots, quien presentaba un evento manipulando serpientes para probar que Jesús es Dios en Kentucky murió al no permitir que se le tratará una mordedura de serpiente.

La base para la práctica de Coots estaba en el siguiente pasaje de la Biblia:

Jesús comisiona a los apóstoles (Marcos 16: 14-18)
14 Finalmente se apareció [Jesús] a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.
15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
18 tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño [...]

El pastor Coots perteneció a una tercera generación de “manipuladores de serpientes”. Esta curiosa práctica la realiza en la iglesia "Tabernáculo del Evangelio Completo en Nombre de Jesús"

La National Geographic hizo famoso al pastor de Kentucky al mostrarlo en un programa manipulando todo tipo de serpientes venenosas como muestra de que las palabras de Jesús resucitado eran ciertas.

“Aun después de perder la mitad de su dedo por una mordida de serpiente y ver a otros morir de mordidas durante las ceremonias”, Coots “aún creía que debía tomar una serpiente y seguir la fe de la santidad”

Al momento de morir Coots cumplía un año de finalizada una pena de libertad condiconal, ya que en n febrero de 2013 el estado de Tennessee lo condenó por ingresar a su territorio con serpientes venenosas. En el 2008 había sido arrestado por tener 74 serpientes en su hogar.

El estado Tennessee prohibió la manipulación de serpientes en 1947 después de que cinco personas fueran mordidas en un evento de prueba de fe similares a los que Cooks presentaba. Ahora le tocó el turno al pastor lo que demuestra que lo supuestamente profetizado por Jesús en Marcos 16: 18 es una falsedad.

En el 2013 informábamos que otro pastor, Mark Wolford, murió por la misma razón en West Virginia y que en 2006, también implorando la protección de dios, un cristiano se arrojó a los leones en el zoológico de Kiev, Ucrania. 

Les dejo un vídeo del pastor Jamie Coots cuando aún estaba con vida en compañía de los ofidios imcumplidores de la profecía de Jesús.



¿Y usted qué opina?

viernes, 14 de febrero de 2014

La inmortalidad ¡vaya timo!


La genial serie de libros ¡Vaya timo! cuenta con un título maravilloso: La inmortalidad ¡Vaya timo!

En este libro podremos encontrar una reflexión amena, franca y racional de porque la creencia en la inmortalidad es algo sin sentido. Más que una apuesta por la desazón es una mirada sensata que invita a disfrutar la vida y que salvaguarda de los timadores que se lucran con base en esta idea.

Gabriel Capote, autor de esta obra responde a continuación una entrevista de Radio Campus. Compartimos esta entrevista.

Escrito por Luis Javier Capote Pérez

¿Cómo surge la idea de hacer un libro como "La inmortalidad ¡vaya timo!" (Laetoli)?

Casi todo el mundo tiene curiosidad respecto a qué ocurre después de la muerte, y esto es precisamente lo que ha incentivado la enorme cantidad de mitos y religiones que intentan dar respuesta a esta incógnita. No obstante, no todos los intentos de respuesta proceden de mitos y religiones. Ha habido alguna gente que ha intentado demostrar con argumentos supuestamente racionales y con evidencia, que hay un más allá. Ha habido fundamentalmente dos disciplinas encargadas de esto: la parapsicología y la filosofía. Quizás a algunas personas estos argumentos les parezcan convincentes. Mi intención en el libro ha sido evaluar con cierto detenimiento estos argumentos, y al final, concluyo que ninguno en realidad es muy contundente. Creo, en todo caso, que los argumentos filosóficos a favor de la inmortalidad tienen acaso más poder persuasivo que las supuestas pruebas procedentes de la parapsicología.
En mi caso, me considero una persona egoísta. No veo el egoísmo como un vicio; antes bien, considero que ser egoísta es una postura perfectamente racional y aceptable. Y, puesto que me preocupa tanto mi propio bienestar, tengo la inquietud de saber qué será de mí cuando llegue el momento de mi muerte. Hay muchas preguntas religiosas que el hombre se ha hecho: ¿de dónde venimos?, ¿existe Dios?, etc. Para una persona egoísta como yo, esas preguntas no son tan importantes como la pregunta central: ¿se acabará en un momento mi existencia? De ahí surge la idea para escribir este libro.


¿Es realmente un timo la inmortalidad o es simplemente una excusa para vender cierto tipo de productos en la forma de esperanza?

En todas las creencias, hay diversos grados de certeza. Yo estoy absolutamente seguro de que existo, por aquello que señalaba Descartes (pienso, luego existo). Yo estoy casi absolutamente seguro de que la Tierra gira alrededor del sol (pero, es posible que esté equivocado, pues un genio maligno puede estar engañándome). No estoy muy seguro de que haya habido una guerra de Troya; estoy casi absolutamente seguro de que Jesús no resucitó, y estoy absolutamente seguro de que los círculos cuadrados no existen. Pues bien, respecto a la inmortalidad, estoy casi seguro de que es un timo, pero dejo un espacio de duda. Creo que, para afirmar la existencia de algo, debe proveerse evidencia a su favor. Y, me temo de que no hay ninguna evidencia a favor de la inmortalidad. Ahora bien, el hecho de que no haya evidencia a favor de la existencia de algo no prueba que no exista. Pero, en virtud de la ausencia de evidencia, debemos tentativamente (nunca definitivamente) asumir su inexistencia. De manera tal que, hasta que no aparezca alguna evidencia significativa, debemos asumir que la inmortalidad es un timo.

Respecto a la venta de productos en forma de esperanza, creo que, en efecto, a veces la creencia en la inmortalidad funciona de esa manera. Aunque, para ser franco, creo que las personas que deliberadamente mienten y manipulan a los demás con creencias sobre la inmortalidad son minoría. Ciertamente, ha habido en la historia episodios tan lamentables como la venta de indulgencias por parte de la Iglesia Católica. Pero, honestamente, opino que la creencia en la inmortalidad es más bien espontánea en la mayoría de la gente, sin necesidad de que haya una elite de explotadores que se aprovechen de esto.


En algunos analistas se ha percibido la idea de una vida ultraterrena como una forma de controlar la vida terrena, en el sentido de una recompensa futura a cambio de pasarlas canutas en este valle de lágrimas ¿está de acuerdo con esta idea?


Ésa es la conocida tesis de Marx: la religión (y la creencia en la inmortalidad) es el opio del pueblo. De hecho, es la misma tesis de Diderot, Voltaire y otros grandes de la Ilustración: hubo una conspiración de sacerdotes que, con sus enseñanzas religiosas, lograban controlar al pueblo y los mantenía en condiciones de opresión. Yo creo que esta tesis no es muy adecuada. La creencia en la inmortalidad es mucho más compleja, y no obedece estrictamente a una conspiración de los sacerdotes. No dudo de que, en algún momento, algún obispo, rabino o mulá ha usado la amenaza del fuego infernal para controlar a su feligresía, pero creo que, aun sin esta amenaza, la gente igualmente creería en la inmortalidad. Por otra parte, no deja de ser cierto que en los países con mejores condiciones de vida en el mundo (Noruega, Dinamarca, Suecia, Japón), el número de personas que cree en la inmortalidad es cada vez menor.



La historia de la humanidad está llena de mitos en torno a la inmortalidad: desde el mito del retorno artúrico hasta el tratamiento criogénico de Walt Disney, pasando por la reencarnación ¿es un mito que se resiste a desaparecer? ¿hay siempre un espacio en nuestras cabezas para que anide el deseo de vivir eternamente o vivir más allá de la muerte?


Muchos psicólogos evolucionistas opinan que, en efecto, nuestro cerebro está programado para tener una tendencia a creer en la inmortalidad. Por razones evolutivas, tenemos una tendencia a atribuir agencia a fenómenos desprovistos de agencia. En la sabana africana, sobrevivían en mayor proporción aquellos homínidos que, ante una ráfaga de viento, o una sombra, o cualquier movimiento, huyeran. Esta tendencia, si bien propicia paranoias, también permite escapar frente a los peligros, especialmente de los depredadores. Y, en este sentido, tenemos la tendencia a atribuir agencia y propósito a fenómenos desprovisto de ello: vemos caras en las nubes, oímos voces en las olas del mar, etc. Ahora bien, el atribuir agencia termina por propiciar la idea de que existe algo que hace que las cosas inanimadas tengan vida propia, y ese algo es, por supuesto, el alma. Así, tenemos una tendencia natural a creer en las almas, y esto, eventualmente, conduce a las personas a creer en una forma de inmortalidad.

Además, la evolución también hizo que desarrollemos una capacidad para sentir empatía y colocarnos en la mente de los demás. De nuevo, en la sabana africana, los homínidos que lograsen anticipar lo que sus compañeros o algún depredador pensase, tuvieron más oportunidad de sobrevivir. Esta tendencia, eventualmente, conduce a la idea de que hay una misteriosa sustancia que permite a las personas salirse de su cuerpo y ocupar el cuerpo de los demás. Y, eventualmente, esta idea lleva a la conclusión de que la muerte del cuerpo no significa la muerte de la persona, pues esa misteriosa sustancia persiste.

De manera tal que la evolución ha hecho que tengamos una tendencia a creer en la inmortalidad. Ahora bien, esa tendencia es reversible con la educación. Nuestro cerebro nos condiciona a tener muchos sesgos y creer cosas irracionales, pero no nos impide del todo aplicar criterios de racionalidad y comprender que, aquello que muchas veces creemos por intuición, en realidad es erróneo.

Respecto al tratamiento criogénico de Walt Disney, en efecto, es un mito. Pero, no es un mito que otros personajes (entre ellos el popular jugador de béisbol Ted Williams) sí están congelados con técnicas criogénicas. La inmortalidad no es enteramente un timo, pues existe la posibilidad de que, en un futuro, los científicos puedan ofrecernos algún tipo de inmortalidad. Revivir a los cuerpos que ya se han descompuesto es prácticamente una misión imposible. Revivir a los cuerpos preservados es difícil, pero los científicos no desechan del todo esa esperanza. Ahora bien, hay más entusiasmo en otras alternativas. El científico Aubrey de Grey, por ejemplo, está trabajando duro para detener, e incluso, revertir, los procesos de envejecimiento, y esto, en teoría, podría suspender indefinidamente la muerte. Los científicos Raymund Kurzweil y Hans Moravec han planteado la posibilidad de que, en un futuro, nuestras mentes sean emuladas en un ordenador, y esto garantizará una forma de inmortalidad. El movimiento filosófico conocido como el ‘transhumanismo’ considera seriamente estas alternativas. Y, si bien por ahora son ciencia ficción, tienen un mayor halo de plausibilidad que las fantasías tradicionales de la religión. Lamentablemente, por cuestiones de espacio, no pude discutir en el libro las promesas científicas respecto a la inmortalidad, pero es un tema que no debe descuidarse.


¿Qué le diría a aquellas personas que leen esta entrevista para animarles a leer el libro?

Les diría que es un libro escrito por un filósofo, pero dirigido a todo tipo de gente. No hay tecnicismos, ni argumentos complicados. Hay un recorrido por apariciones fantasmales, sesiones de médiums, supuestos casos de reencarnación, experiencias cercanas a la muerte, y otras cosas que, seguramente los jóvenes han visto en la televisión, pero que tienen buenas explicaciones racionales. Hay, además, preguntas más intrigantes como, por ejemplo: ¿cómo puedo estar seguro de que la persona que va al cielo (o al infierno) es la misma persona que vivió en la Tierra? Y, también, trata de ofrecer alguna perspectiva de madurez respecto a cómo podemos vivir tranquilamente sin tener que creer en la inmortalidad.

Las preguntas respecto a la inmortalidad han mortificado a mucha gente desde los inicios de nuestra especie. En el libro, trato de presentar con humor y sencillez un tema que genera muchas inquietudes.


La colección ¡Vaya timo!

La colección de Editorial Laetoli consta hasta el momento de los títulos siguientes:

1. El creacionismo ¡vaya timo! - Ernesto Carmena. 

2. Los ovnis ¡vaya timo! - Ricardo Campo.

3. La sábana santa ¡vaya timo! - Félix Ares.

4. El yeti y otros bichos ¡vaya timo! - Carlos Chordá.

5. La parapsicología ¡vaya timo! - Carlos J. Álvarez.

6. Las abducciones ¡vaya timo! - Luis R. González.

7. El psicoanálisis ¡vaya timo! - Carlos Santamaría y Ascensión Fumero.

8. Los vampiros ¡vaya timo! - Jordi Ardanuy.

9. La religión ¡vaya timo! - Gonzalo Puente Ojea.

10. La conspiración lunar ¡vaya timo! - Eugenio Fernández Aguilar.

11. El tarot ¡vaya timo! - Javier Cavanilles.

12. La homeopatía ¡vaya timo! - Víctor-Javier Sanz.

13. Las brujas ¡vaya timo! - Manuel Bear.

14. Las pseudociencias ¡vaya timo! - Mario Bunge.

15.Los productos naturales ¡vaya timo!  J. M. Mulet.

16. La inmortalidad ¡vaya timo! - Gabriel Andrade.

17. El nacionalismo ¡vaya timo! - Roberto Augusto.

18. La acupuntura ¡vaya timo! - Victor-Javier Sanz.

19. El posmodernismo ¡vaya timo! - Gabriel Andrade.

20. El diseño inteligente ¡vaya timo! - Ismael Pérez Fernández.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Feliz Día de Darwin


Un día como hoy, hace 203 años nació el naturalista que cambiaría nuestra visión de la vida en el planeta y más profundamente nuestro lugar en el mundo natural. Gracias a Darwin no fue necesario recurrir a las explicaciones mágico-religiosas para explicar el origen y diversidad de las especies en el el mundo.

En este día tan especial les comparto este documental


Si bien es cierto que el documental se encuentra en portugués puede activar los subtitulos para una mejor comprensión.
 ¡FELIZ DÍA DE DARWIN!

El esencialismo de Platón y la teleología de Aristóteles como obstáculos filosóficos en el desarrollo del pensamiento evolutivo en la historia de la biología


Ferney Yesyd Rodríguez Vargas
Docente de Biología. 
Estudiante de Maestría en enseñanza de las ciencia exactas y naturales. Universidad Nacional de Colombia.

Durante el desarrollo de la biología como ciencia se han presentado algunas ideas filosóficas que han permeado esta ciencia y que han frenado el desarrollo de nuevas áreas de conocimiento. Los grandes filósofos de la antigüedad clásica: Aristóteles y Platón crearon el marco filosófico en el que se desarrolló, o se estancó el saber, durante gran parte de la historia de Occidente. Esta situación no fue exclusiva de la biología y hay una interesante historia de cómo se dieron batallas intelectuales que se relacionaban con el lugar del hombre en la naturaleza y el Cosmos, la importancia de la especie humana y la naturaleza del cambio en los organismos.

Platón y Aristóteles no fueron los primeros filósofos del mundo occidental, pero si los que dejaron una marcada huella por muchos siglos en el pensamiento sobre la naturaleza. Antes que ellos, los presocráticos crearon una filosofía en la que se planteó que el mundo se podía explicar por medio de relaciones de causa-efecto de índole natural. El primero de ellos fue Tales de Mileto. Otros filósofos que optaron por explicaciones naturales fueron Anaximandro, Anaxágoras, Demócrito, entre otros.
Estos pensadores jonios se conocen como “presocráticos” Respecto al papel en la historia de la filosofía de los filósofos previos a Sócrates, Platón y Aristóteles, el físico Carl Sagan (1980) apunta que:
En los libros de historia de la filosofía se suelen clasificar como “presocráticos”  a los grandes científicos, desde Tales hasta Demócrito y Anaxágoras, como si su misión principal hubiese consistido en ocupar la fortaleza filosófica hasta la llegada de Sócrates, Platón y Aristóteles, y quizás influir algo sobre ellos. De hecho los antiguos jonios representan una tradición diferente y muy contrapuesta, una tradición que está más de acuerdo con la ciencia moderna. Su influencia se ejerció en modo intenso solamente durante dos o tres siglos, y esto fue una pérdida irreparable para todos los hombres que vivieron entre el Despertar jonio y el Renacimiento italiano (p. 82).

Del esencialismo de Platón al pensamiento poblacional de Darwin

Según Whitehead (1929) con Platón (ca. 427-347 a. C.) la filosofía alcanzó su identidad como disciplina.  La teoría del conocimiento de Platón es dualista. Hay un dualismo ontológico (relativo al ser) al plantear dos mundos: Uno sensible, empírico que es tan solo apariencia, y un mundo inteligible, de las ideas que es la auténtica realidad. Platón también planteó un dualismo gnoseológico (relativo al conocimiento) en el que por un lado hay opiniones fundamentadas sólo por los sentidos corporales y por otra parte un conocimiento verdadero fundamentado en la razón.

La afirmación de que las cosas se pueden conocer realmente solo a través del mundo de las ideas conllevó a la búsqueda filosófica de la esencia de las cosas para poder ser conocidas. El esencialismo filosófico pretende que la esencia precede la existencia.

Sober (1996) define el esencialismo como “un enfoque filosófico estándar acerca de las clases naturales. Sostiene que todas las clases naturales pueden definirse en términos de las propiedades que poseen todo los miembros de esa clase y sólo ellos.” (p.237)

Según esto, el elemento plata es plata porque posee un número atómico de 47. Esta característica es una propiedad necesaria y suficiente para pertenecer a la clase “plata”. El hecho de ser plateado no es un una propiedad única del elemento plata, así como no lo es el de ser buen conductor del calor o la electricidad ya que estas últimas características no le son exclusivas.

Esto lleva a concluir que si bien los integrantes de una clase natural pueden tener cierto cambio, la clase misma poseen una naturaleza (una esencia) que no varía. Es más, las variaciones que se pueden observar son la manifestación de los reflejos imperfectos de las esencias constantes que subyacen a cada clase.

El esencialismo como idea filosófica imperante hizo difícil contemplar la posibilidad del cambio evolutivo como fenómeno de la naturaleza. Por ejemplo, cuando en el siglo XIX se amplió el número de fósiles que atestiguaban la existencia de especies extintas algunos naturalistas postularon la posibilidad que se tratase de creaciones independientes. Dentro de tales naturalistas se encontraba el paleontólogo y anatomista Louis Agassiz (1809-1873), quien planteó que debieron haberse presentado unas cincuenta creaciones desde la formación de la Tierra.

La influencia del esencialismo era y es muy grande porque está asentada en nuestro lenguaje. “Caballo” es un único sustantivo que nos permite referirnos a un tipo de animal. En el pensamiento esencialista un animal es un caballo si posee la esencia propia del ser caballo. No obstante, no todos los caballos son iguales. Hay diferencias genotípicas y fenotípicas entre todos los caballos. Bien podemos denominar a un pony o a un percherón como “caballo”, pero no todo el mundo estaría de acuerdo en aplicar la misma palabra al antiguo Propalaeotherium, un animal que medía 30 a 60 centímetros hasta el hombro, con unos 10 kilogramos de masa y cuatro dedos en cada pata con pezuñas pequeñas. Los  Propalaeotherium hacen parte del linaje de los caballos como lo muestran muchos rasgos dentales y del esqueleto. Pero es poco probable que una persona ajena a la paleontología le diese a un Propalaeotherium el término de caballo en el hipotético caso que se encontrase en su camino a uno de estos.

En biología el esencialismo trajo como consecuencia ver las especies como entes fijos e inalterables. Los naturalistas anteriores a Charles Darwin (1809-1882) se fijaron en las especies tomando estas como clases o tipos de organismos siguiendo la tradición judeocristiana. Esta tradición sostenía que el dios de la biblia había creado los animales de forma tal en el que la idea, la esencia, precedió a la existencia. Narra el Génesis que “Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.”

Hablando de la idea de la creación bíblica el biólogo Douglas Futuyma (1986) apunta que: “…ésta también incorpora el esencialismo platónico en el concepto de plenitud (Lovejoy, 1936). Las esencias eternas e inmutables de todas las cosas existen en la mente de Dios.” (p. 3)

William Whewell, quien fuese un historiador de la ciencia y también un ministro anglicano en el siglo XIX afirmo en “La filosofía de las ciencias inductivas” que “Las especies tienen una existencia real en la naturaleza y la transición de unas a otras no existe” (1840, vol.3, p. 626).

El pensamiento esencialista conlleva a pensar en las clases en lugar de los individuos.  La novedad en el pensamiento de Darwin estuvo al reconocer las diferencias existentes entre los diferentes integrantes de una especie. Darwin no vio en esas diferencias aberraciones a un plan o a una esencia, sino un aspecto natural que incorpora la diversidad.

Los trabajo de Darwin sobre las variedades domesticadas de palomas y de hortalizas le hizo consiente de la importancia de la variedad individual y que cada organismo de reproducción sexual es único. La barrera impuesta por el esencialismo entre las especies se empezará a caer cuando en su viaje en el Beagle intuya relaciones entre especies fósiles y las actuales, así también entre especies actuales, tal como halló en las islas de las Galápagos entre sinsontes, pinzones y tortugas Galápagos y el hallazgo previó de un nematodo terrestre en Tasmania.

El paleontólogo Niles Eldredge (2008) reflexionando sobre los hechos precisos que conllevaron al cambio de mentalidad esencialista afirmó que:

El incidente del gusano plano (tan extenso como fue) marca la primera vez que Darwin se ve atrapado analizando explícitamente las afinidades zoológicas de una especie que ha recogido. Por lo menos, desde la época de Linneo a mediados del siglo XVIII, los zoólogos (y sus contrapartes botánicos) habían aceptado la existencia de "grupos naturales" y habían reconocido que algunos de esos grupos muestran una mayor "afinidad con" o "relación con" un grupo en lugar de otro: roedores, como los castores y ratones, por ejemplo, parecían ser un grupo natural, al igual que los carnívoros (como los lobos y gatos), sin embargo, todo parecía pertenecer al mismo grupo de naturales Estos fueron anidados como "mamíferos". Las agrupaciones ("taxones") de especies cada vez más relacionadas que forman la jerarquía de Linneo. Darwin se enfoca en estos grupos -y en particular en aquellos cuya área de distribución geográfica parecía restringida a Sudamérica – y se extendió con sus experiencias formativas tanto con fósiles y las especies que viven en Bahía Blanca, en la Patagonia, entre septiembre y octubre de 1832. No puede haber ninguna duda de que esta primera visita a Bahía Blanca fue tan importante para el desarrollo del pensamiento de Darwin como su visita mucho mejor conocida y celebrada a las Islas Galápagos casi tres años después, en septiembre y octubre de 1835. (p. 37)

El impacto de la fauna de las islas Galápagos en el pensamiento de Darwin es ampliamente conocido. Una pista que ayudó a Darwin a desterrar el esencialismo, la inmutabilidad de las especies y a plantear el origen común de las especies fueron los especímenes de aves de las islas Galápagos. De hecho, muchas personas piensan que tan pronto Darwin vio las diferentes especies de pinzones de las Galápagos, llegó a deducir la teoría de la descendencia con modificación. En realidad, el naturalista no vio nada de eso: tampoco llegó a clasificar los especímenes de pinzones en especies o por islas. Cosa que sí hizo en el caso de otro grupo de aves, los sinsontes (género Nesomimus, familia Mimidae). No fue sino hasta marzo de 1837, en una visita que Darwin hizo en Londres al ornitólogo John Gould, que el naturalista inglés fue informado por Gould que los ejemplares de pinzones que había capturado en tres de las islas Galápagos representaban cuando menos tres especies diferentes, quizás trece. En realidad había trece especies de pinzones o ruiseñores (de los géneros Geospiza, Camarhymchus, y Certhidea) que no existían en ninguna otra parte del mundo y que tenían adaptaciones muy particulares en sus picos. Fue en la mesa de un laboratorio de ornitología, donde Darwin afianzó la idea que nuevas formas de organismos se pueden diversificar a partir de una inicial.
El biólogo e historiador de la ciencia Ernst Mayr (1991) puntualizó que:

El genio de Darwin corresponde el haber visto que esta unicidad de cada individuo no está limitada a la especie humana, sino que también se cumple en todas las especies de animales y plantas con reproducción sexual. De hecho, el descubrimiento de la importancia del individuo se convirtió en la clave de la teoría de Darwin de la selección natural. Al final, el resultado fue la sustitución del esencialismo por el pensamiento poblacional, que subraya la unicidad del individuo y el papel crucial de la individualidad en la evolución. Darwin ya no se preguntaba, como lo había hecho Agassiz, Lyell y los filósofos. “¿Qué es bueno para la especie?”, sino, “¿Qué es bueno para el individuo?”  (Ghiselin, 1969). Y la variación, que había sido irrelevante y accidental para los esencialistas, se convirtió ahora en uno de los fenómenos cruciales de la naturaleza viva. (p. 55)

Bajo el paraguas del esencialismo el naturalista sueco Carlos Linneo (1707-1778) realizó su trabajo de la clasificación de los seres vivos en especie, género, familia, orden, clase, filo o división y reino. “Dios creó, Linneo organizó", decía el naturalista sueco. Linneo era un convencido creacionista. No obstante él se dio cuenta que las características anatómicas de los simios, monos y humanos eran suficientes para encasillarlos en el orden de los primates. Esto le valió el ataque de algunos naturalistas (Bowler 1984).

La pérdida de influencia del esencialismo también tendría consecuencia en otra idea filosófica. Parte de la “esencia” del ser humano era posesión de un alma. Esto hacía pensar que no era posible la formación del hombre a partir de otro animal. De hecho los esencialistas no lo habrían planteado así, habrían dicho que no es posible la transición del animal al hombre. Señalando una clara, pero ahora sabemos que falsa, separación entre el hombre y el resto de los animales en dos clases diferentes. Esa separación sigue presente en nuestros días en el lenguaje corriente.

Acreche, Carucho y Albeza (2005) mencionan que: “La relación del hombre con el resto de los seres vivientes no fue encarada en términos evolucionistas sino hasta el siglo XVIII en el que Lamarck sugirió que los humanos descendían de primates. (p. 34)

Después de la propuesta de Lamarck y de la obra de Thomas Henry Huxley “El lugar del hombre en la naturaleza”, Darwin aborda el tema del origen del hombre en "La descendencia del hombre". En esta Darwin llega a sostener que la diferencia entre la inteligencia de los seres humanos y la de muchos animales era cuestión de grado y no de clase. Con ella se asienta en golpe del pensamiento evolucionista sobre el antropocentrismo, que gurda relación con el esencialismo, pero ya en lo concerniente a lo que define al hombre.

No obstante del derrocamiento de Darwin al esencialismo el pensamiento poblacional no ha sido totalmente asimilado. (Dennet, 1996). En parte, esto puede ser así porque al parecer la mente humana ha evolucionado de manera que clasifica los objetos en clases. Moreno (2010) dice que:

Aunque está muy extendida la idea de que el esencialismo es un producto de la cultura, los psicólogos del desarrollo como Susan Gelman (2003) o Paul Blomm (2004) han demostrado que bebés de 9 meses comprenden que objetos de la misma categoría comparten propiedades ocultas. (p. 38).

Así pues Moreno indica que la mente de los niños es naturalmente esencialista. Otros estudios muestran que un elemento común en todas las culturas es el de hacer clasificaciones. De hecho en biología se posee un sistema de clasificación que permite clasificar los organismos como pertenecientes a una especie, y ese especie en taxones jerárquicos cada vez mayores. Estas clasificaciones son útiles, pero no se debe perder el hecho que las especies son dinámicas. Esto ha llevado a plantear el problema de la especie. ¿Dónde está el límite cronológico de una especie en un proceso que es gradual?

Elliot Sober reflexiona sobre las especies de la siguiente manera:

Las semejanzas y diferencias entre organismos constituyen datos  que se usan para determinar si pertenecen o no a la misma especie, pero una especie no se define por un conjunto de rasgos. En pocas palabras, los biólogos tratan las especies como entidades históricas (Wiley, 1981). No conceptualizan las especies como clases naturales. (p. 242)

El hecho que las especies son entes históricos y que estos entes no son estáticos y que no hay una esencia inalterable en ellas debe tenerse en cuenta a la hora de comprender el proceso evolutivo. Un caso lo podemos encontrar en la paleoantropología. Por ejemplo, se ha debatido si el espécimen conocido por el cráneo OH7 y clasificado como Homo habilis pertenece “realmente” al género Homo o debería clasificarse mejor en el género Australopithecus. Muchos creacionistas modernos han sacado esta discusión académica para atacar la evolución. No obstante, este tipo de hechos es lo que se espera encontrar en un proceso que es cambiante y gradual. Es similar a poner límites en un gradiente de color.

La revolución científica propulsada por Darwin permitió pasar del pensamiento esencialista a un pensamiento poblacional y esto permitió plantear la evolución biológica y su posterior estudio. El ecólogo Juan Moreno menciona que:

El esencialismo puede ser necesario para estudiar el mundo orgánico pero no debe convertirse en un obstáculo para comprender su evolución ni la justificación de la búsqueda de esencias dónde no las hay.
Para apreciar la evolución darwiniana hay que desembarazarse primero de nuestro esencialismo instintivo y de nuestra pasión clasificatoria. Como ha señalado Godfrey-Smith (2009) en su brillante defensa de la visión poblacional del Darwin:
“Una población es un objeto físico, unido por su linaje y otras relaciones causales, internamente variables en cada momento y cambiantes en el transcurso del tiempo. En la medida en que los organismos se pueden incluir en “clases” bien definidas y reconocibles a las que podemos poner nombres de especie, ello solo es la consecuencia contingente de procesos poblacionales. Una clase bien definida puede dividirse o disolverse desde mañana si las condiciones locales empujan en esa dirección”.
En otras palabras, lo fundamental para la evolución son las poblaciones, no son las clases en las encasillamos los organismos. (p. 40)

De la teleología de Aristóteles a la selección natural de Darwin

Para el filósofo griego Aristóteles (384 a. C. – 322 a. C.), alumno de Platón, para entender cualquier ente debemos estudiar cuatro aspectos (causas) fundamentales: la causa material o aquello de lo que está hecho algo; la causa formal o aquello que un objeto es; la causa eficiente o aquello que ha producido ese algo; y la causa final o aquello para lo que existe ese algo, a lo cual tiende o puede llegar a ser.

La teleología hacer referencia al estudio de propósitos o fines de algún objeto o algún ser. También se utiliza el término para referirse a la doctrina filosófica de las causas finales.

Sober (1996) apunta que: “La física de Aristóteles, como el resto de su visión de la naturaleza estaba saturada de teleología. Aristóteles pensaba que las estrellas, no menso que los organismos, habían de entenderse como sistemas dirigidos a un objetivo.” (p. 144)

Para Aristóteles un telos interno llevaba a los objetos pesados a caer. Ese mismo telos llevaba a todas las adaptaciones biológicas a tener un propósito una finalidad. Sobre los fenómenos naturales el filósofo de Estagira afirmó: “La naturaleza no hace nada en vano”. Sobre los organismos también comentó que “Si la naturaleza no hace nada incompleto ni hace nada en vano, la inferencia debe ser que ha hecho a todos los animales en beneficio del hombre” (Política, 1, 8, 1256)

La pata excavadora de un topo era vista como una adaptación para cavar y se invocaba la causa eficiente de esta estructura a un dios omnisapiente que la había diseñado y dotado de propósito, el de servir “para” cavar.

Con la llegada de Darwin, no solo se plantea la evolución como un hecho de la naturaleza sino que el naturalista británico hace un gran esfuerzo en hallar el mecanismo que explicase que impulsaba la evolución. Hay que recordar que antes de la explicación darwinista de la evolución ya Lamarck había propuesto la evolución, y la había popularizado en Europa, pero la falta de un mecanismo firme que la explicase había hecho que Darwin fuese muy exigente con su propia teoría de evolución biológica.
La novedad en el trabajo de Darwin es que encuentra un mecanismo, a la par que el naturalista Alfred Wallace, que da razón de las adaptaciones de los organismos. Ese mecanismo es la selección natural. Sadava (2009) define la selección natural como “la contribución diferencial de la descendencia a la próxima generación mediante varios tipos genéticos  que pertenecen a la misma población” (p.489)

La selección natural consistente en la supervivencia y la reproducción entre genotipos diferentes, o hasta en genes diferentes, en lo que podríamos llamar el éxito reproductivo. Un genotipo es un grupo de organismos que comparten un conjunto genético específico.

En una población, de escarabajos que viven en la hojarasca, por ejemplo, aquellos con coloraciones más marrones similares a las hojas secas tendrán mejores posibilidades de sobrevivir a las aves que se alimentan de escarabajos. Los individuos con características más convenientes al entorno donde se hallan dejarán más descendencia y así la población cambiará. Nótese que la selección en un medio de hojas secas favorece a un tipo de individuos diferentes a los que se seleccionarían entre las hojas verdes. Esto permite concluir que la selección natural – que en últimas produce la adaptación del camuflaje, en este caso- es un proceso ciego. Un proceso que carece de teleología.

En palabras de Darwin: "Metafóricamente puede decirse que la selección natural escudriña, cada día y cada hora, por todo el mundo, las más ligeras variaciones: rechaza las que son malas, conserva y acumula las que son buenas…" (p. 118)

El pensamiento poblacional ya adoptado por Darwin y el hecho de había descubierto que de vez en cuando aparecían variaciones y que estas podían pasar a las generaciones futuras abonaron el camino para que Darwin llegara a la selección natural. "La selección natural actúa solamente mediante la conservación y acumulación de pequeñas modificaciones heredadas, todas ellas heredadas para el ser conservado."  (p.128)

La teoría previa de Lamarck explicaba el cambio como resultado de un deseo interno y que una tendencia de uso o desuso pasaba a la generación siguiente. Darwin postuló que las variaciones aparecían previamente y luego estas entraban a interactuar con el ambiente generándose entonces la reproducción diferencial. Darwin no tenía idea de la existencia de los genes, mucho menos de las mutaciones en estos, que hoy en día nos permiten darle un sustento genético a la variedad sobre la que actúa la selección natural.

Darwin abandonó la teleología en biología y propuso que la evolución no tiene una meta final: “me parece que no existe más designio preconcebido en la variación de los seres orgánicos y en la acción de la selección natural que en la dirección del viento” (p.239).

La selección natural permitió explicar los organismos y sus adaptaciones de manera naturalista, sin necesidad de invocar un ser sobrenatural, que era siempre dios. Después de la publicación de el Origen (1859) muchos filósofos platearon que la evolución era en si teleológica porque llevaba en si una “tendencia” a la mejora o la perfección. Esta concepción está presente en muchas personas que consideran que la evolución es un proceso con finalidad. Consideran que el humano es el resultado cumbre de este proceso. Pero esto ni lo propuso Darwin ni se puede sostener con base en la información conocida.

Sobre la finalidad o propósito de la naturaleza en general. Mayr (2006) afirma que:

No hay una teleología cósmica; no hay una tendencia en el mundo hacia el progreso o la perfección. Cualesquiera cambios o tendencias en el Cosmos que se observen en el transcurso de la historia del mundo son resultado de la acción de leyes naturales y de la selección natural.  (p. 85)

La biología en nuestros días le debe mucho a Darwin en cuanto a la comprensión de los organismos. Sólo desde Darwin podemos dar con una explicación naturalista que pone a las especies, las poblaciones y las adaptaciones en el terreno de la ciencia y en el que los procesos históricos en la vida tienen un papel importante que hace a la biología una ciencia única.

Bibliografía

Acreche, N; Carucho, G; Albeza M. ¿Desde cuándo somos humanos?, Temas de Filosofía,                                                                                                              9: 33-42.

Bowler, PJ. (1984). The history of an Idea. University California Press.

Darwin, C. (1859). El Origen de las Especies. Madrid, España. Ediciones Edaf.

Dennet, D. (1996) Darwin’s Dangerous Idea, New York, USA, Touchstone.

Eldredge, N. (2008). Experimenting with Trasmutation, Evo Edu Outreach. 2:35–54

Futuyma, D.J. (1989). Evolutionary Biology (Second edition), Sunderland, Massachussets, USA, Sinauer Associates.

Mayr, E. (1991). Una larga controversia. Darwin y el darwinismo. Barcelona, España, Editorial Crítica.

Mayr, E. (2006). Por qué es única la Biología. Buenos Aires, Argentina. Katz Editores.

Moreno J. (2010). Taxonomía adaptativa, esencialismo innato y la falsa dicotomía entre anagénesis y cladogénesis. eVOLUCIÓN 5(2): 37-41.

Sadava, D. et al (2009) Vida. La ciencia de Biología. Buenos Aires, Argentina, Editorial Médica Panamericana.

Sagan, C. (1980). Cosmos. Barcelona, España, Editorial Planeta.

Sober, E (1996). Filosofía de la Biología, Madrid, España. Alianza Editorial.

Whitehead, A. (1929). Process and reality: An essay in cosmology. Nueva York, Harper and Brothers.