sábado, 30 de julio de 2011

Estudio afirma que humanos modernos acabamos con los neandertales

Por muchos años los científicos se preguntaron por las razones que llevaron a la extinción de los neandertales (Homo neandertalensis) en Europa y Asia.

Esta especie que habitó desde hace 230.000 hasta hace 28.000 años, coexistió con nuestra especie, Homo sapiens, por miles de años hasta que finalmente los neandertales desaparecieron.

La postura de los creacionistas frente a los neandertales se puede resumir en mentiras y distorsión de los hechos. Los creacionistas dicen que los neandertales eran seres humanos como nosotros, mencionando solo su gran capacidad cerebral, o dicen que los restos de esta especie pertenecen a un humano moderno con artritis. Para quien este familiarizado con el tema se dará cuenta que es absurdo. Se conocen suficientes restos como para distinguir entre ambas especies por su anatomía, y las dataciones son lo suficientemente fiables para indicar en que período vivieron y coexistieron estas dos especies.

Para mas detalles invitamos a los lectores ver el texto "Medias verdades de los creacionistas sobre el hombre de Neandertal" publicado en la página principal de Sindioses.org

La superioridad numérica del Homo sapiens acabó con los neandertales


Investigadores de Cambridge resuelven uno de los debates más largos y controvertidos sobre la enigmática extinción de las poblaciones neandertales en Europa.

Investigadores de la Universidad de Cambridge han realizado un hallazgo que da respuestas a la desaparición repentina de los neandertales europeos después de 300.000 años de dominación. Los investigadores han descubierto que los humanos procedentes de África invadieron la región, llegando a superar en más de diez veces la población neandertal.

El estudio se ha publicado en la revista Science por dos investigadores del Departamento de Arqueología en Cambridge, el profesor Sir Paul Mellars, profesor emérito de prehistoria y evolución humana, y la estudiante de doctorado Jennifer French.

Las razones de la desaparición de las poblaciones europeas de Neandertal en todo el continente hace unos 40.000 años ha supuesto durante mucho tiempo uno de los grandes misterios de la evolución humana. Después de 300.000 años de vida, en los fríos entornos sub-glaciales de Europa central y occidental, los neandertales fueron reemplazados rápidamente en todas las áreas del continente por las nuevas poblaciones de Homo sapiens (anatómica y genéticamente modernas) que se habían originado y evolucionado en ambientes tropicales de África.

Mediante la realización de un análisis estadístico detallado de las evidencias arqueológicas de la región de Périgord, en el suroeste de Francia -región que contiene la mayor concentración de neandertales y asentamientos de los humanos modernos en Europa- se han encontrado pruebas claras de que las primeras poblaciones humanas modernas penetraron en la región en un número al menos diez veces más grande que el de las poblaciones locales de Neandertal ya establecidos en las mismas regiones.

Esto se refleja en un fuerte aumento en el número total de sitios ocupados, densidades mucho más altas de los residuos de la ocupación (es decir, herramientas de piedra y restos alimenticios de origen animal) que revelan mayores grupos de individuos y, al parecer, mejor integrados socialmente.

Al encontrarse con esta entrada espectacular de la población humana moderna, la capacidad de los grupos de neandertales locales de competir por los asentamientos, suministro de alimentos de origen animal (principalmente renos, caballos, bisontes y ciervos) y recursos de supervivencia para afrontar los inviernos glaciales fue socavada masivamente. Además, casi inevitablemente, tuvieron lugar repetidos conflictos entre las dos poblaciones por la ocupación de los lugares más atractivos y más ricos en alimentos; el grupo humano mayor en número y mejor coordinado tenía garantizado el éxito frente a los grupos de neandertales.

La evidencia arqueológica también sugiere que los recién llegados poseían tecnologías superiores de caza y herramientas (por ejemplo lanzas de caza más eficaces y de largo alcance) y eran más eficientes en los procedimientos de proceso y almacenado de alimentos durante el invierno. También parecen haber tenido más amplios contactos sociales con grupos humanos adyacentes, lo cual favorecía el comercio y el intercambio de suministros esenciales en tiempos de escasez de alimentos.

Sigue existiendo un intenso debate sobre si los grupos de humanos modernos también disponían de un cerebro más desarrollado. Sin embargo, la repentina aparición de una amplia gama de formas de arte complejo y sofisticado (incluyendo pinturas rupestres), la producción a gran escala de artículos de decoración (como la piedra perforada, las cuentas de marfil y las conchas de mar) y los sistemas "simbólicos" de las marcas en huesos y herramientas de marfil -todo ello completamente ausente entre los neandertales- apuntan claramente a sistemas más elaborados de comunicación social entre los grupos modernos, probablemente acompañados de formas más avanzadas y complejas del lenguaje. Todos estos nuevos patrones de comportamiento más complejos se desarrollaron durante las primeras poblaciones africanas de Homo sapiens, al menos 20.000 o 30.000 años antes de su dispersión desde África y la colonización progresiva por Europa y Asia.

Si, como las evidencias genéticas sugiere, el Homo sapiens africano y las poblaciones europeas de neandertales evolucionaron por separado durante al menos medio millón de años, entonces la aparición de algunos contrastes significativos en las capacidades mentales de los dos linajes no sería sorprendente, en términos evolutivos. Según el profesor Mellars, "esta gama de innovaciones tecnológicas y de comportamiento permitió que las poblaciones humanas modernas invadieran a otras poblaciones. Los neandertales retrocedieron inicialmente a regiones más marginales y menos atractivas del continente y finalmente, en unos miles de años, se extinguieron".

A pesar de los contrastes culturales, conductuales e intelectuales entre los neandertales y las poblaciones humanas modernas, este nuevo estudio demuestra por primera vez la supremacía numérica de las primeras poblaciones de humanos modernos en Europa occidental y, por lo tanto, en gran parte se resuelve uno de los debates más largos y controvertidos sobre la enigmática extinción de las poblaciones neandertales.

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